Muchas veces sucede, que por fin hemos conseguido tener todo el menaje de cocina que necesitamos, has gastado un dineral en vajilla, en tener todo el juego de ollas y sartenes… y estas cocinando y en un descuido, se te quema la olla que hace nada acababas de compras.

Y dices “No puede ser”, ya se te ha fastidiado la mañana. Bueno, pues para solucionar este problema que a todos nos puede pasar, os vamos a dar las claves.

Primero, olvídate de frotar y frotar. Lo que debes hacer es poner agua muy caliente a la olla y déjala en remojo un buen rato (ten cuidado si andan niños cerca). Luego lava la olla con jabón  y agua caliente con la ayuda de una esponja suave.

A continuación, llena la olla agua caliente con el detergente, y hiervelo durante unos minutos a fuego lento. Si hay pocos restos de comida pegados, hierve en la olla agua y sal, si por lo contrario, hubiera muchos, podemos utilizar lejía y cloro con el agua. Importante: Tienes que tener cuidado con el vapor que desprende.

Volvemos a lavar suavemente la olla. Frotaremos con una esponja metálica o de acero utilizando jabón en polvo. Ojo: Si tu olla es de teflón, olvídate de raspar la superficie, porque empeorará.

Otra solución que también se puede probar, es a limpiar la olla quemada con el producto que utilizáis para limpiar el horno.

Si alguna vez se os quema la olla (ojalá que no), probarlo y contarnos que tal os ha ido.

Fuente de la imagen: http://bit.ly/XTidz0